No hablo de encuentro sino de reencuentro total al 100%. Un reencuentro con la naturaleza, conmigo misma, pero sobre todo con el creador del universo. Ese arquitecto que construye con sus manos las maravillas del mundo que disfrutamos cada mañana y cada atardecer o cada anochecer. Ese padre celestial que nunca nos abandona ni siquiera un instante de Vida.
Ese que aún en este sitio donde me encuentro me llena de optimismo y de esperanza en cada amanecer. El que me hace soñar, reír, cantar y saber que estoy viva para disfrutar sus obras. El que me ha amado y acompañado ayer, hoy y siempre. Viva el rey de mi encuentro nuevamente o diría en este momento, de mi reencuentro en cada latido de mi ser hoy.
Irma Saldaña
Deja un comentario